miércoles, 11 de abril de 2012

Potrotaino.

O lo que es lo mismo: hasta los cojones. Os prometo que tengo borradores de entradas cachondas, de entradas románticas, de divertidas anécdotas...pero estos dias estoy tan quemada que me parecería frívolo publicarlas. O no tanto, en épocas como estas es cuando la gente suele usar el humor y la imaginación para evadirse. Pero hoy yo no puedo, porque estoy hasta los santísimos huevos.

Harta de llamar crisis a la mayor estratagema de la historia para pegarnos un brutal tijeretazo en nuestros derechos y libertades. Harta de usar Europa como ejemplo cuando dictaminan obligaciones pero que se olviden de ella cuando hablamos de salario mínimo.  Harta de la doctrina del shock y los globos sonda del gobierno. Harta de que las hipotecas a 40 años no sean delito y que haya gente tan imbécil como para firmarlas. Harta de ver gente buscando por los contenedores. Harta de la gente que vive por encima de sus posibilidades. Harta de confundir el copago con el repago. Harta de la falta de eficiencia endémica de la burocracia española, ya sea inconscientemente o por los chanchullos. Harta de confundir trabajadores con máquinas. Harta de la gente que disfruta de los derechos por los que otros dieron su vida pero es incapaz de perder un día de sueldo. Harta de oir que vivimos demasiado después de trabajar en horario partido, en festivos, con posibilidad de reducción de sueldo y a lo peor en el quinto pino hasta los 65  67 años. Harta de que se apriete a la gente que menos tiene y se amnistie a la que más estafa. Harta de que por lo único que salgamos a la calle es porque España gane un Mundial. Harta de que la mejor liga del mundo deba 752 millones de euros pero los bancos busquen liquidez debajo del sofá de los mileuristas. Harta de que un tartazo en la cara de un político se pene más que el asesinato de un aficionado celebrando la victoria de su equipo. Harta de que la sanidad y la educación sean objeto de recorte porque sus réditos repercutan en las personas y no en las arcas de forma directa. Harta de gente que no ve que la inversión en educación yen I+D+i sean la industria y por ende, la economía del mañana.  Harta de  matarme a estudiar para que no se nos valore.  Harta de que esa religión que lucha por quitarme derechos apele a la libertad de expresión para insultarme y menoscabarme. Harta de escuchar que la maternidad hace libre a la mujer, como si fuéramos úteros con patas.

Harta de que nos meen y nos digan que llueve.




1 comentario:

  1. Y harta de trabajar toda tu vida sin saber si tendrás jubilación para que venga un encorbatado a decirte que es que no hay que vivir tantos años, que el dinero se acaba.

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