domingo, 7 de julio de 2013

7 de Julio, San Fermin


Hoy 7 de Julio, San Fermín, se cumplen 5 años de un día trágico.

Un día que marcó un triste hito en la ciudad de Pamplona y los sanfermines, como otrora lo marcó el asesinato de Germán Rodríguez o ya a escala estatal, el asesinato de Ana Orantes. Un día y un hecho que no pueden quedar en el olvido social, porque no se hizo justicia y porque casi cada semana aparece en los medios una noticia de una mujer – otra más – asesinada por el machismo. Una auténtica lacra social que sólo en la última década -porque fue con la crónica de una muerte anunciada de Ana Orantes cuando se empezaron a recoger datos y cifras – se ha llevado casi mil vidas. Y probablemente en estas estadísticas no entren prostitutas, inmigrantes y otras muchas...

Un terrorismo que cercena una vida a la semana pero que se escuda en la intimidad de una interacción social o hecho aislado para no buscar patrones ni causas ni consecuencias ni soluciones, un terrorismo que no requiere de condenas, ni de lazos, ni de manifestaciones, ni de mítines...en resumen, un terrorismo cuya evidenciación no da votos.


Pero el caso de Nagore aun tiene más enjundia, y es que su asesino confeso – aunque bueno, según el jurado popular habremos de llamarle homicida – no es un muerto de hambre como Miguel Carcaño, es un señorito médico de buena familia, del Opus. Y sólo por eso su cara no aparece en todos los medios, ni se abren telediarios con lo frío que es Jose Diego Yllanes ni Jorge Javier lleva a su madre al programa a hacerle una entrevista. Por eso no sabemos dónde vive Yllanes, ni cual es su cuadrilla. Absolutamente nada.

Bueno si, que desde el año pasado el apuesto médico ya puede pedir permisos y que el ayuntamiento de Pamplona ponga pegas a que una  obra de teatro - performance titulada NAGORE, se realice en estas fechas por el recorrido del encierro a modo de vía crucis.  Como en sanfermines no ocurren agresiones sexistas supongo que lo considerarán un hecho aislado y fuera de lugar. Claro.



martes, 19 de febrero de 2013

Algo se muere en el alma cuando un famoso se va.


O cuando te bloquea en twitter. Quién me lo iba a decir a mi, que nunca he entrado en internet con la intención de trollear y que, a pesar de usar siempre un pseudónimo (más por cuestiones de seriedad profesional que de otra cosa) he intentado ser una persona “decente”.

Pues si, Lucía Etxebarría me ha bloqueado en twitter. Y me jode. Si fuera Salva Ballesta o Ana Botella o Santiago Segura me daría igual, pero ella no. Y claro, qué vas a hacer cuando te pasa algo así? Intentar ponerme en contacto con ella sería muy freaky, hasta sé más o menos dónde vive – ahi ya no es que yo sea una stalker, es que ella es muy de contar sus intimidades -. Pero lo he intentado vía facebook y nada, no ha habido suerte. Así que me inclino por esto, lanzar una entrada de mi blog como el que tira una botella al mar, esperando respuesta.

La conocí – literariamente hablando – un día en el que tras dar mucho la lata a mi padre para conseguir una colección de libros de El Mundo – puaj – llegó su Beatriz y los cuerpos celestes en papel de mala calidad y portada cutre. La colección consistía en un principio, en las 100 mejores novelas en lengua castellana del siglo XX, pero yo por aquel entonces, tierna de mí, no sabía de la subjetividad de la gente y mucho menos de las tendencias de dicho periódico, por lo que en muchos casos, las novelas eran truños que no me llamaban demasiado. Pero esa obra era fresca, juvenil, muy alejada de otras y mucho más atractiva para una pipiola que cursaba la ESO. La devoré insanamente en un par de días. Yo no quiero decir nada, pero entonces no era lesbiana – o no lo sabía – y ahora sí. Ay... la prepubertad hormonada. Desde entonces, fui “controlándola” para leer los libros y artículos que escribía, cogía el ADN de los lunes para leerla...y desde este último año, también la sigo -seguía- en Twitter y Facebook. Algunas veces la he visto en la tele y he de decir que me pareció un poco excéntrica y moderner...y ya sabéis que yo no soy mucho de eso, pero siempre he considerado que era una persona muy necesaria en el panorama generalmente cerril español.

Os preguntaréis por qué me ha bloqueado Lucía, yo tampoco lo tengo claro, cierta vez comenté -con mención hacia ella, mea culpa - que me estaba encantando un libro suyo que leía en mi tablet descargado de los mundos internáuticos... Pero joder, quién no se bajado alguna vez algún libro o película? Quién no le ha pedido al amigo fotógrafo que le haga unas fotos o al informático que le eche un ojo a tu pc? Lo sé, somos un poco ratas gorrones y hasta hace nada aun era estudiante – y ahora precaria - , pero en mi descargo diré que amo leer , leo a una velocidad vertiginosa y que probablemente tenga más libros de Lucía de que otros escritores que me encantan, como Saramago o García Márquez. Y para mí, eso es todo un piropo, porque Lucía no me gusta tanto como Saramago, pero joder, me cae bien y la apoyo. Esto es como el que es del Athletic aunque sepa que el Barça juega mejor y gana más títulos.

Así que, ahora me siento extraña – magnífica película lésbica del destape de Bárbara Rey - , no sé si debería estar resentida o algo así porque ya no pueda leerla en twitter al bloquearme expresamente. Pero no me sale, porque me sigue simpatizando aunque ahora haya pasado de desconocer mi existencia a ser un troll molesto más. Así que seguiré apoyándola desde la distancia y esperando que vuelva a colapsar mi twitter con sus andanzas.